El mijo es un cereal neutro que aporta, entre otros, vitaminas del grupo B, calcio y proteínas vegetales. Se conoce desde hace más de 5000 años desde la India hasta África y lo consumían los pueblos nómadas porque crece salvaje casi en cualquier lugar y es muy nutritivo. Hasta hace bien poco, solo se usaba como comida para pájaros, mezclado con el alpiste. Fíjate y verás unas bolitas redondas de varios colores, es el mijo sin pelar.
Como todos los cereales, excepto el trigo, el mijo es excelente para quien retiene líquidos porque nos ayuda a absorberlos y eliminarlos.
Su aspecto es parecido al cuscús pero queda más seco y no me entusiasmaba hasta que, por error, añadí demasiada agua al cocerlo y me quedó caldoso y super suave.
Ingredientes
- 1/2 vaso de mijo.
- 1 tomate.
- 1 zanahoria.
- 400g de las setas que te gusten.
- 2 vasos de agua y un chorrito más.
- Sal y aceite.
Elaboración
- Cortamos el tomate y la zanahoria en dados y las setas en tiras o como más te guste. Los ponemos en una cazuela con un chorrito de aceite y los removemos hasta que se hagan u poco.
- Lavamos el mijo en un colador debajo del grifo y lo echamos a la cazuela.
- Vertemos el agua y removemos un poco. Si guardas caldo de garbanzos, el resultado es mucho más sabroso.
- Añadimos un poco de sal y dejamos que cueza 15 minutos.
Variantes
El mijo lo puedes utilizar como el cuscús, admite todo tipo de verduras y se puede comer caliente o frío. En ensalada le vienen bien los ingredientes jugosos como el tomate, la granada, manzana, etc. y los aliños caldosos con limón o zumo de naranja, por ejemplo.